Malos hábitos que te cuestan dinero: los vampiros energéticos
Vampiros energéticos. Habrás escuchado este término en numerosas ocasiones, pero quizá no sepas a qué hace referencia. Hoy te vamos a contar qué es, por qué deberías tenerlo en cuenta y como siempre hacemos desde Claroluz, te daremos consejos para colaborar en el ahorro energético de tu hogar.
Vampiros energéticos, ¿qué son?
Denominamos vampiros energéticos al conjunto de malos hábitos que nos llevan a malgastar electricidad a diario sin darnos cuenta, es decir, malgastar dinero. Este gasto energético impacta en tu factura mensual por eso, siempre recomendamos que los detectes y los neutralices. Esta pérdida de energía se conoce también como stanby o, como te hemos contado anteriormente en nuestro blog, consumo fantasma. Si te estás preguntando por el porcentaje de consumo del que hablamos, en España estamos cerca del 5% del consumo total de un hogar.
De esta forma, los vampiros energéticos están en todas nuestras casas y normalmente, son aquellos aparatos que están constantemente conectados a la red y que, por lo tanto, nunca dejan de consumir. ¿Quiere esto decir que es un gasto que debemos asumir y punto? No, esto quiere decir que en un gasto que ahora que conoces, debes evitar.
¿Cómo evito el consumo fantasma de mi hogar?
Para poder controlar y evitar este gasto inconsciente que tiene lugar a diario en nuestros hogares, hay pequeños trucos que debes comenzar a incorporar:
- Bombillas. Asegúrate de que todas las bombillas que utilizas son LED, pues consumen menos y además duran mucho más que las bombillas tradicionales. Si cuentas con estancias en tu hogar donde entra mucha luz a lo largo del día, aprovéchalo; siempre que puedas, luz natural.
- Electrodomésticos. Como es lógico, lo que no puedes es vivir sin electrodomésticos así que asegúrate de contar con los electrodomésticos de mayor eficiencia energética; es decir, los que menos consumen. Al ir a la tienda, asegúrate de preguntar y revisar la pegatina que llevan. En la etiqueta debe indicar “A”, huye si pone “G”, estos son los que más consumen. Este punto quizá sea el más importante pues, como ocurre en todos los hogares, seguro que lo que más utilizas es la nevera, el congelador, la lavadora y el lavavajillas, ¿verdad? Pues esto supone el 60% del tu gasto de electricidad y además, son precisamente los que más energía consumen.
- Secadora. Seca la ropa al aire, la secadora es otro de los electrodomésticos que más energía consume.
- En invierno. Durante los meses fríos las facturas se disparan así que el tema de la calefacción es más que delicado. No hagas cambios bruscos de temperatura, aprovecha la luz natural, levanta bien las persianas, abre por completo las cortinas y asegúrate de contar con un buen aislamiento térmico
- Desconecta. Esta, aunque no lo sepas, se ha convertido en tu palabra favorita y no lo decimos por tus vacaciones. Cuando dejamos algo en reposo, aunque menos, continúa consumiendo. Apagándolos por completo conseguimos ahorrar hasta un 10% de energía así que con o sin regleta, siempre que puedas apaga. ¡Ojo! Si cuentas con un televisor OLED, lo estropearás haciendo esto, pues no podrá realizar los ciclos de compensación que necesita. Nunca cortes la alimentación de un televisor OLED, esos ciclos de compensación los necesitan hacer cada 4 horas.
- Potencia contratada. De esto ya te hablamos en este artículo, pero no está demás recordártelo. ¿Pagas más de lo necesario? Revísalo y habla con tu compañía.
- Placas fotovoltaicas. Las energías renovables son el futuro, ya lo sabes, pero es normal que te cueste dar el paso. Lo cierto es que en pocos años ese gasto lo tienes amortizado y sin ninguna duda será lo que más notes en tu factura de la luz.
Por último, algunos consejos que también te ayudarán: utiliza el horno lo menos posible, apaga las luces siempre que salgas de una habitación, aprovecha el calor residual de la vitrocerámica para terminar de cocinar, no abras el frigorífico constantemente y piensa lo que quieres antes de hacerlo, utiliza la lavadora a temperaturas de entre 40º y 60º, ten los radiadores bien purgados, desconecta tu cepillo eléctrico si ya está cargado, ten limpias las gomas de la nevera y congelador para que aislen bien y por último, que no se te reseque la silicona de las ventanas.
Ahora, ya sabes cómo detectar y neutralizar los vampiros energéticos, toca ponerse a ahorrar. Estos ajustes, aunque pequeños, supondrán un notable descenso en el importe total de tu factura mensual.